Infiltraciones de fármacos neuromoduladores

En dermatología se utilizan infiltraciones con fármacos neuromoduladores que son proteínas naturales purificadas para relajar los músculos faciales. Es un tratamiento indicado para tratar las arrugas de expresión (entrecejo, frente, patas de gallo) las cuales se forman debido a nuestras expresiones. El objetivo es relajar dichas arrugas, sin paralizar por completo la función del músculo.

En dermatología se utilizan infiltraciones con fármacos neuromoduladores que son proteínas naturales purificadas para relajar los músculos faciales. Es un tratamiento indicado para tratar las arrugas de expresión (entrecejo, frente, patas de gallo) las cuales se forman debido a nuestras expresiones. El objetivo es relajar dichas arrugas, sin paralizar por completo la función del músculo.

La musculatura facial es responsable de la expresión de nuestro rostro. Con el tiempo los movimientos repetidos producen una serie de líneas permanentes que los neuromoduladores pueden suavizar, produciendo una parálisis temporal del músculo estriado. Aunque su efecto es transitorio, su aplicación es poco traumática, lo que permite prolongar sus efectos indefinidamente a través de inyecciones periódicas.

Aunque su indicación inicial es el tratamiento de las arrugas de expresión de la glabela o entrecejo, y por extensión de la mitad superior del rostro, cada vez adquiere un mayor interés su empleo para “suavizar” las expresiones inestéticas, y por tanto las arrugas relacionadas con envejecimiento, mal humor, estrés y tristeza, y “potenciar” las expresiones estéticas. Recientemente ha adquirido un gran interés su aplicación para conseguir el denominado “efecto lifting” mediante la debilitación de toda la musculatura depresora facial, con la consiguiente potenciación de la musculatura elevadora.

Es importante recalcar que el uso de estos fármacos también está autorizado para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar y palmar (sudoración excesiva).

Lo más importante del tratamiento de la frente son las cejas. La forma de las cejas en reposo y mucho más con los gestos, ya sean leves o marcados, se debe a la contracción del músculo frontal. El profesional debe ser muy cauto, manejar pequeñas dosis de forma simétrica. Darles una forma arqueada a las cejas femeninas y recta a las masculinas. Y finalmente si detectamos una cierta lasitud en la piel de la frente, presente en casi todas las personas a partir de cierta edad, evitar tratarla. Es mejor una mirada despejada y una frente con arrugas que una mirada triste y una frente lisa.

Entrecejo (glabela): Es la indicación principal. Además, es conveniente tratar siempre esta zona cuando tratemos la frente para conseguir el efecto de “mirada despejada”.

Patas de gallo (zona cantal orbicular): Las líneas que aparecen al sonreír en la zona lateral de los ojos transmiten alegría, su anulación produce un efecto “artificial” por lo que es más interesante sólo suavizarlas con la finalidad de mejorar las líneas de expresión del contorno de los ojos (patas de gallo), pero sin perder la expresividad. Es importante explicar este aspecto a los pacientes antes del tratamiento y también tener en cuenta que en caso de duda es mejor “quedarnos cortos”, y sobre todo en la zona más inferior, para evitar bolsas o líneas horizontales de aspecto artificial debajo de los párpados inferiores.

Frente: Lo más importante del tratamiento de la frente son las cejas. La forma de las cejas en reposo y mucho más con los gestos, ya sean leves o marcados, se debe a la contracción del músculo frontal. El profesional debe ser muy cauto, manejar pequeñas dosis de forma simétrica. Darles una forma arqueada a las cejas femeninas y recta a las masculinas, y finalmente si detectamos una cierta lasitud en la piel de la frente, presente en casi todas las personas a partir de cierta edad, evitar tratarla. Es mejor una mirada despejada y una frente con arrugas que una mirada triste y una frente lisa.

La infiltración la debe hacer un dermatólogo experimentado. El procedimiento es relativamente rápido y se realiza en consulta en unos 20 minutos pudiéndose incorporar el paciente a su vida normal sin complicaciones. Se realiza mediante pequeñas infiltraciones superficiales en las zonas anatómicas a tratar para relajar la musculatura y hacer disminuir las arrugas.

El efecto comienza a ser visible a los 4 días y adquiere un efecto meseta a las 2 semanas manteniéndose durante 3-6 meses. A partir de ese momento comienza a perder eficacia.

Los neuromoduladores contribuyen a suavizar las arrugas de expresión facial, pueden elevar la cola de la ceja, ayudan a nivelar las comisuras de los labios, consiguen un efecto de firmeza en las mejillas, en el cuello y en el escote.

Y además también previene, aspecto tan o más importante que todos los anteriores. La duración de los resultados oscila entre 3 y 6 meses.

Cuando dejamos de usar los neuromoduladores por la causa que sea, el rostro no cae de golpe, sino que de una forma progresiva envejecerá de forma natural. Se le formarán (progresivamente) menos arrugas que a una persona que no haya usado nada. Al final tendrá menos arrugas, o al menos no tan marcadas.

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Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.