El Carcinoma Basocelular, se trata del cáncer de piel más frecuente en nuestra población. Está muy relacionado con la exposición al sol durante toda la vida, el tipo de piel y los antecedentes familiares.

La principal causante del carcinoma basocelular es la radiación ultravioleta (rayos solares directamente o lámparas UVA y lámparas de fototerapia), por lo que la mayoría se forman en áreas del cuerpo expuestas a la radiación.

En general cualquier persona puede presentar cáncer de piel, pero es más común que se presente en las personas que: personas de piel, ojos y pelo claros y que además sean trabajadores al “aire libre”. Su frecuencia lógicamente aumenta con la edad siendo frecuente a partir de los 50 años.

Comienza como una lesión tumoral de pequeño tamaño que tiende a crecer de forma lenta pero progresiva presentando frecuentemente venitas rojas en su superficie. En esta fase en ocasiones la simple fricción de una toalla puede hacerlo sangrar. Con los años el CBC suele ulcerarse centralmente, con tendencia a una falsa cicatrización y puede alcanzar un gran tamaño. Es característico el aspecto “perlado” que le confiere el ser una tumoración traslúcida, con un brillo característico.

Ante la sospecha de un cáncer de piel recomendamos realizar la visita con un dermatólogo para realizar las pruebas necesarias y confirmar el diagnóstico.

La extirpación por cirugía convencional es el tratamiento más común para el cáncer de piel. Una vez extirpado completamente no requiere más tratamiento.

La variante superficial también puede ser tratada con Imiquimod y el carcinoma basocelular escasamente infiltrante puede ser tratado con terapia fotodinámica (TFD).

En caso de no poder realizar la extirpación existen otras alternativas terapéuticas: crioterapia, terapia fotodinámica (TFD), imiquimod, electrocaogulación, curetaje y radioterapia.

  • Evitar la exposición directa intensa especialmente entre las 11:00h y las 17:00h
  • Evitando quemaduras solares. Se debe recordar que en cuanto la piel se pone ligeramente rosada tras una exposición al sol es que nos hemos quemado
  • Utilizando una cantidad apropiada y frecuente de un protector solar con factor de protección solar (SPF) mayor o igual a 30
  • Utilizando prendas que protejan del sol, si es inevitable exponerse, como: sombreros, gafas de sol, camisetas con fotoprotección, etc.
  • Realizando un autoexamen de todo el cuerpo
  • No usar máquinas de UVA y evitar los salones de bronceado
  • Acudir al dermatólogo por lo menos una vez al año
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Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.