La Urticaria es una enfermedad de la piel caracterizada por la aparición de ronchas o habones, que pican mucho, de contornos delimitados y con un halo rojo, generalmente evanescentes y cambiantes. La urticaria va acompañada, generalmente, de prurito (picor). Se produce en todas las edades y en ambos sexos. Dentro de las causas se pueden encontrar el uso de medicamentos, alimentos, infecciones, estrés o estímulos físicos.

Diferentes estímulos pueden provocar en la piel la liberación de histamina por parte de los mastocitos, que son unas de las células de defensa del organismo. Si existe una liberación exagerada de histamina aparecen las ronchas y el picor. Se han descrito muchísimos estímulos implicados. Entre los estímulos implicados en la aparición de la Urticaria encontramos: la caspa de animal (especialmente de gatos), picaduras, polen, medicamentos (antibióticos, aspirina y antiinflamatorios no esteroideos), suplementos herbales, alimentos (marisco, pescado, frutos secos, chocolate, frutos rojos, conservantes y colorantes), infecciones (sobre todo víricas), estrés emocional, exposición solar y estímulos físicos (frío, calor, presión, rascado, vibración y el contacto con el agua).

La principal manifestación de una Urticaria es la presencia de varias ronchas que pican muchos. Las ronchas corresponden a áreas bien definidas de inflamación de la piel de color rosado, que cuando se presionan se vuelven blancas. Las ronchas pueden tener tamaños y formas muy diversas. En las mucosas la inflamación puede ser más profunda produciendo una hinchazón de los labios y la lengua que se conoce como angioedema. Lo que caracteriza a las lesiones de Urticaria es que cada lesión individual aparece y desaparece en menos de 24 horas sin dejar señal. Ello no quiere decir que no puedan aparecer nuevas lesiones en otros sitios. Los brotes de Urticaria pueden durar varios días y semanas (Urticarias Agudas). Si los brotes se alargan más de seis semanas se habla de Urticaria Crónica. La Urticaria Crónica requiere siempre el control y estudio de un dermatólogo.

Los antihistamínicos, son considerados el tratamiento de elección, debido a que controlan los síntomas y previenen la formación de nuevas ronchas de Urticaria. Existen diversos tipos de antihistamínicos, los cuales serán seleccionados y recetados por el dermatólogo según cada caso. Es recomendable tomar los antihistamínicos incluso después de los brotes de Urticaria varios días o semanas. Siempre se aconseja evitar las causas desencadenantes si estas se conocen, evitar el consumo de alcohol, situaciones de estrés y calor, o el uso de prendas de ropa apretadas.

En casos severos, cuando existe dificultad para respirar o tragar, puede ser necesario una inyección urgente de adrenalina o de corticoides.

Los pacientes con Urticaria crónica pueden requerir además de un tratamiento prolongado con antihistamínicos, corticoides u otros fármacos inmunosupresores.

  • Evitando cualquiera de las probables causas que hayan producido la aparición de la Urticaria.

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Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.