Bajo el concepto de Enfermedades de Transmisión Sexual (o infecciones, nos referiremos a ellas indistintamente con uno u otro término) se agrupan tanto las venéreas clásicas, habitualmente de transmisión únicamente sexual, como todas aquellas en las que este mecanismo de transmisión no es el único y ni tan sólo el principal. Son infecciones ocasionadas por bacterias, parásitos y virus que se adquieren por tener relaciones sexuales con alguien que esté infectado. Existen más de 20 tipos de ETS, entre las más frecuentes se incluyen: clamidia, gonorrea, herpes genital, VIH/SIDA, papilomas, sífilis y tricomoniasis.

Las Enfermedades de Transmisión Sexual aparecen tras el contacto sexual con una persona afecta. Toda persona sexualmente activa puede ser infectada por Enfermedades de Transmisión Sexual. Los jóvenes sexualmente activos tienen un riesgo mayor de contraer una ETS debido a una combinación de razones conductuales y biológicas. Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) también están en peligro de contraer algunas ETS debido a que pueden transmitirse durante las relaciones sexuales orales o anales. Las cifras que hacen públicas los epidemiólogos son consistentes y reflejan un aumento considerable de su incidencia sobre todo en la población adolescente y joven con conductas sexuales de riesgo.

Dependerá de las Enfermedades de Transmisión Sexual a que nos refiramos. Las más frecuentes son los condilomas, molluscum, virus herpes, sífilis, gonorrea, infección por Clamidias , Tricomonas o HIV/SIDA.

En muchos casos pueden ser asintomáticas (y el paciente no nota ni ve nada).

Suelen afectar el área genital, aunque pueden presentar alteraciones en otras áreas de la piel.

Puede haber transmisión vertical (de la madre al hijo) durante el embarazo y/o parto.

Debido a que existe un número elevado de Enfermedades de Transmisión Sexual, cada una debe tratarse individualmente, hacer un screening para descartar otras ETS (en muchos casos se contagian a la vez más de una ETS) y hacer estudio en las parejas sexuales.

Toda persona sexualmente activa puede infectarse por una ETS. Toda persona con síntomas genitales, como secreción, ardor al orinar, una úlcera poco usual o sarpullido, debe dejar de tener relaciones sexuales y consultar de inmediato a un médico.

Las Enfermedades de Transmisión Sexual pueden prevenirse, aunque no con la completa seguridad, con el uso correcto de preservativos.

Últimamente se comenta en los círculos académicos que la depilación de las áreas púbicas y genitales aumentan el riesgo de contagio. Se opina que el vello púbico tiene como función biológica disminuir el contacto con la piel de la pareja sexual y así disminuir el riesgo de infección de ETS.

Cualquier persona que tenga relaciones sexuales vaginales, orales o anales con una pareja que recientemente haya recibido un diagnóstico de una ETS debe acudir al médico para hacerse una evaluación.

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Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.