Implantes e Infiltraciones para relleno
El Ácido Hialurónico es un importante componente de la piel, encargado de mantener su firmeza y flexibilidad. Con el paso de los años, su contenido en la piel disminuye, formando arrugas. Los rellenos faciales con Ácido Hialurónico forman parte de un tratamiento médico rápido y poco doloroso que se realiza mediante infiltraciones que contribuye a hidratar y a dar volumen a la piel borrando así las arrugas.
El Ácido Hialurónico (AH) es un componente natural del cuerpo y es esencial para mantener la humedad, la firmeza y elasticidad de la piel. Debido a factores ambientales como la exposición al sol, la contaminación y los radicales libres, así como al proceso natural de envejecimiento, los niveles de Ácido Hialurónico de la piel disminuyen año tras año. Nuestra piel se vuelve más delgada, más seca y pierde su elasticidad. Comienzan a aparecer líneas y arrugas. El volumen disminuye y toda la armonía del rostro cambia. Consulte a un dermatólogo especialista en infiltraciones cómo invertir los signos del envejecimiento sin cirugía ni dolor.
Debido a que el Ácido Hialurónico es una sustancia natural que se encuentra en todo el cuerpo, las reacciones alérgicas son muy improbables. Utilizamos sustancias 100% reabsorbibles, es decir el cuerpo las reconoce como propias y las va reabsorbiendo lentamente durante los siguientes meses.
La técnica es sencilla para el dermatólogo avezado. Se infiltra el producto a la profundidad necesaria según la arruga o defecto que quiera resolverse. El procedimiento es rápido y sencillo. Las inyecciones pueden llevar solo entre 15 y 30 minutos. El paciente será capaz de volver a sus actividades diarias inmediatamente después.
Las inyecciones de Ácido Hialurónico se realizan con agujas muy finas y apenas se siente dolor. Los labios suelen ser las zonas ligeramente más dolorosas. En función de la zona tratada y de su sensibilidad, se puede aplicar una crema o bloqueo anestésico antes del procedimiento.
Se pueden experimentar algunas molestias temporales posteriores al tratamiento, como dolor, enrojecimiento, inflamación o hematoma en la zona de inyección. Estos síntomas son generalmente de leves a moderados y desaparecen por sí solos en menos de 7 días. Puede aplicar hielo durante un breve periodo de tiempo en la zona de la inyección para ayudar a aliviar la inflamación. La semana anterior a la infiltración se recomienda evitar los antiinflamatorios ya que pueden incrementar el riesgo de hematomas. Se puede utilizar el uso de compresas frías, hielo a posteriori. Si aparece un hematoma evitar maquillaje las primeras horas. Al ser una sustancia 100% reabsorbible el producto una vez infiltrado no da ningún problema.
Depende de varios factores. La duración habitual es de 8- 12 meses. Según el volumen o tipo de arruga utilizaremos un producto, Ácido Hialurónico, más o menos denso y ello hará que la duración sea menor o mayor. En función del producto utilizado, la zona de inyección y las propias disposiciones de la piel, los resultados pueden durar de varios meses a 1 año.
Están excluidos los pacientes que tienden a desarrollar cicatrización hipertrófica, los pacientes con historial de enfermedad autoinmune o que están recibiendo terapia inmunológica, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, los pacientes menores de 18 años y los pacientes con infecciones activas en la piel (herpes o impétigo).
Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.
