Angiomas (Hemangiomas) o “marca de fresa» son tumores vasculares benignos que suelen aparecer en las primeras semanas de la vida y se presentan como un tumor de color rojo intenso, de aspecto vascular. Se comprimen con facilidad, aunque se llenan rápidamente de sangre al soltar la presión.
La causa de los angiomas es desconocida. Son más frecuentes en niñas, bajo peso al nacer, prematuros. Existe controversia de si se ven con más frecuencia tras la realización de una amniocentesis. En el momento se reconoce que no hay ninguna asociación con el uso de medicamentos, drogas o exposición ambiental durante el embarazo.
A los pocos días o semanas tras el nacimiento se observa una mancha o granito rojizo que en las primeras semanas y de forma rápida y expansiva comienza a crecer tomando un color rojo o rosado intenso y una forma bulbosa con una superficie lobulada y una consistencia blanda. En su evolución natural pasan por una primera fase de crecimiento rápido, que dura uno o dos años, pudiendo alcanzar un volumen considerable. Miden por lo general de 1 a 3 cm. pero en ocasiones llegan a alcanzar más de 10 cm. Posteriormente tienen una fase de meseta (ni crecen ni desaparecen) y finalmente involucionan, llegando a remitir completamente en muchas ocasiones en un plazo de 2 a 6 años.
A pesar de esta involución y desaparición natural hasta un 10% puede dar algún problema si se localizan interfiriendo alguna función importante como la vista (angiomas alrededor de los ojos), la alimentación (angiomas en los labios). También pueden dar problemas si se ulceran ya que son dolorosos y dejan cicatrices.
Si la lesión es única, no está ulcerada y no hay afectación de órganos internos ni se localiza en alguno de los orificios de la cara, recomendaremos abstención terapéutica, controlando periódicamente al niño, teniendo en cuenta su evolución hacia la autoresolución espontánea en la mayoría de ocasiones a lo largo de los primeros años de vida.
Las opciones terapéuticas son variadas, incluyen el uso de medicamentos tópicos, orales, laser o cirugía. Es importante la valoración por un pediatra o dermatólogo para aconsejar sobre la necesidad de tratamiento y el tipo de tratamiento para cada caso.
La aparición de un hemangioma en un recién nacido no se puede prevenir, pero podemos prevenir las complicaciones de un hemangioma si estas aparecen con un control por parte del dermatólogo.
Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.
