La Psoriasis es una enfermedad inflamatoria cutánea crónica universal conocida desde el inicio de la medicina. Aunque la causa se desconoce, parece que deriva de la combinación de factores genéticos y ambientales. Su curso suele caracterizarse por períodos de mejoría y de empeoramiento. La lesión típica es una placa eritematosa (roja), cubierta por abundante descamación blanco nacarada. Afecta del 1 al 3% de la población y se produce en ambos sexos por igual. Puede aparecer a cualquier edad, pero en más del 70% de los casos lo hace antes de los 30 años. La psoriasis aunque es una enfermedad de la piel puede asociar otros problemas para la salud como son una elevación de las cifras de colesterol y triglicéridos, diabetes e hipertensión. Todo ello puede contribuir a un aumento de riesgo de enfermedad cardiovascular.
La Psoriasis es una enfermedad de etiología genética por la elevada incidencia de la enfermedad entre los familiares superior al 30%. Sobre esta base genética actuarían determinados factores desencadenantes como superantígenos infecciosos (estreptococos, estafilococos, VIH y cándidas), traumatismos (fenómeno de Koebner), algunos fármacos y el estrés.
Existen diversos tipos clínicos de Psoriasis. En casi todos ellos destaca la presencia de lesiones eritematosas y descamativo-costrosas:
- Psoriasis en placas (o vulgar): las placas pueden ser pequeñas o grandes. El color es rojo vivo, son circulares y están bien delimitadas de la piel vecina. La descamación blanco-nacarada es abundante y se desprende con facilidad al rascado. Afecta al cuero cabelludo, codos, rodillas, región sacra.
- Psoriasis en gotas: suele presentarse como una erupción de pápulas eritematosas, de 2 a 5 mm de diámetro, que se dispersan por todo el tegumento. En ocasiones no es más de una veintena de lesiones, pero por lo general aparecen centenares en pocos días, afectando por igual el tronco y las extremidades. Más frecuente en pacientes jóvenes tras una faringitis.
- Psoriasis de las uñas: manchas salmón, amarillentas (macha de aceite) y piqueteado de la uña (pitting). Suele confundirse con infección por hongos.
- Psoriasis invertida: placas muy eritematosas en zonas húmedas (pliegue submamario, inguinal, axilar) sin descamación.
- Psoriasis pustulosa: variante de psoriasis grave donde predominan placas con pústula (granos con pus). Se puede localizar en cualquier parte del cuerpo, pero suele afectar las palmas y plantas. Se asocia con el consumo de tabaco.
- Eritrodermia psoriásica: Es la forma menos común y más severa de psoriasis, pudiendo llegar a comprometer la vida del paciente. Se manifiesta como un enrojecimiento de más del 80% de la superficie corporal, acompañado de dolor, fiebre y picor intenso.
- Artritis psoriásica: Se trata de una artritis inflamatoria en las articulaciones de manos, pies y sacroilíacas asociadas a placas de psoriasis en la piel.
Para el tratamiento de la Psoriasis leve deberían utilizarse únicamente tratamientos tópicos. Disponemos de los corticoides, que deben tener una potencia media o alta si queremos conseguir el blanqueamiento. Otro fármaco que se está empleando cada vez con mayor frecuencia son los derivados de la vitamina D.
Las Psoriasis moderada grave se trata inicialmente con fototerapia (rayos UV); derivados de la vitamina A ( acitretino) o tratamientos orales sistémicos inmunosupresores ( metotrexato y ciclosporina).
En la última década ha aparecido varios tratamientos biológicos con una alta eficacia y un buen perfil de seguridad. Los usados para la psoriasis son: etanercept, adalimumab, infliximab, ustekinumab, secukinumb e ixekizumb.
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Los pacientes pueden ayudar a prevenir los brotes realizando una correcta hidratación diaria de la piel, evitando climas fríos y secos, buscando alternativas a la utilización de medicamentos desencadenantes, evitando cortes, arañazos e infecciones, realizando baños de sol, controlando el estrés, evitando el consumo de alcohol y tabaco, estimulando el consumo de alimentos ricos en antioxidantes y disminuyendo de peso.
Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.