Los Piojos o Pediculosis es una parasitosis por insectos sin alas chupadores de sangre (hematófagos), exclusivos del hombre. Su incidencia ha disminuido en países desarrollados, pero sigue siendo relativamente frecuente la pediculosis capitis en niños en edad escolar (de 3 a 12 años). A pesar de las medidas higiénicas se muy contagiosa.
La higiene personal no se relaciona con los piojos, son parásitos sumamente contagiosos, en los que el contacto cercano o el uso compartido de efectos personales implican un riesgo de contraerlos. Se suelen producir pequeñas epidemias en colegios y la posterior infestación de profesores y padres. Los piojos de los animales no se contagian a los humanos.
La sospecha debe establecerse siempre ante todo prurito (picor) en cuero cabelludo. Este motiva rascado y con frecuencia sobreinfección de bacterias. A veces aparecen ganglios (adenopatías) retroauriculares, occipitales y cervicales. El piojo adulto tiene el tamaño aproximado de una semilla de sésamo. Los huevos, también llamados “liendres”, son más pequeños, casi como una escama de caspa, que se ve adherida al pelo y es difícil de desprender. Los piojos y las liendres se detectan más fácilmente en el cuello y detrás de las orejas.
Para eliminar los Piojos se usa fundamentalmente la permetrina en forma de gel-loción y champús que se dejan actuar durante 30 o más minutos. La operación debe repetirse varias veces separados por unos días de descanso. Otra opción es la aplicación durante periodos variables de preparados con siliconas que inmovilizan al parásito. Para eliminar las liendres, muchas veces ya no viables, pero inestéticas y angustiantes para las madres, debe pasarse un peine de púas finas (“liendrera”) con el cabello mojado en agua avinagrada que favorece su desprendimiento al ayudar a disolver el material que les mantiene adheridas al pelo. En casos muy resistentes realizamos el tratamiento con medicamentos por vía oral.
Para prevenir los piojos debemos tratar rápida y correctamente a los infestados y a los miembros de la familia o contactos cercanos. Se debe lavar toda la ropa de cama y de vestir con agua muy caliente, y si se dispone de secadora, secarla utilizando un ciclo caliente durante por lo menos 20 minutos. Se recomienda pasar la aspiradora por todas las alfombras, almohadas, así como los muebles tapizados. Se debe poner en remojo (en alcohol o un champú contra los piojos formulado) los utensilios relacionados con el cuidado del pelo, como peines, cepillos, hebillas, gomas y cintas de pelo, durante una hora.
Revisar con frecuencia la cabeza de sus hijos y enseñarles a no compartir objetos que tengan contacto con el pelo, como peines, cepillos, sombreros, bufandas.
Una medida muy útil para prevenir los piojos, pero en algunos casos algo radical es llevar el cabello muy corto.
Estas definiciones pueden ayudar a identificar enfermedades o patologías pero nunca deben tomarse como herramienta de autodiagnóstico. Recomendamos encarecidamente consultar a un especialista si creen identificar alguna enfermedad, patología o cualquier duda que le pueda surgir al respecto.
